Proceso electroquímico aplicado a la carrocería de los vehículos a fin de protegerla de la corrosión y del óxido. Se hace sumergiendo la carrocería en un compuesto que contiene fósforo, cargado positivamente, y sometiéndola luego a una fuerte carga eléctrica negativa equivalente, lo que hace que la carrocería quede impregnada del compuesto de fósforo de manera más uniforme, en todos sus recovecos y con una capa de mayor grosor que el que se lograría con otros procesos mecánicos.