Usado en el sistema de refrigeración, corresponde a una válvula sensible a la temperatura, la cual opera desviando el caudal del líquido refrigerante para que no pase por el radiador. De esta forma, el motor al arrancar en frío puede alcanzar con rapidez la temperatura idónea de funcionamiento, ya que el termostato comienza a dejar pasar agua al radiador entre 80-85°C aproximadamente.