En un vehículo, la seguridad activa se relaciona con el conjunto de mecanismos o dispositivos destinados a reducir el riesgo de que se ocasione un accidente. Por ejemplo, los frenos eficaces, la dirección precisa, los neumáticos y amortiguadores en buen estado o el motor con adecuada capacidad de respuesta, corresponden a factores que intervienen en la seguridad activa. Además, en las últimas décadas se han desarrollado mecanismos enfocados específicamente en mejorar dicha seguridad activa, como lo son el antibloqueo de frenos, la tracción total y los controles de estabilidad y tracción.