El cigüeñal del motor se encuentra equilibrado estáticamente, o sea que se conservaría quieto en cualquier posición angular si fuera sujetado con dos puntas por su eje de rotación. Sin embargo, cuando ese cigüeñal gira, surgen varias fuerzas alternas que deben contrarrestarse. Se habla de fuerzas alternas de inercia de primer orden, que son las que giran a igual velocidad que el cigüeñal y que se anulan por medio de contrapesos en éste que producen pares de fuerzas contrarias. Y están las fuerzas alternas de segundo orden, las cuales giran a doble velocidad que el cigüeñal y se equilibran de acuerdo con el número y disposición de los cilindros. Por ejemplo, en un motor de seis cilindros en línea, las fuerzas de segundo orden se anulan entre sí; por su parte, en uno de cuatro cilindros en línea, todas esas fuerzas se encuentran en el mismo sentido; de ahí que si el motor es grande, se usan árboles de equilibrado contrarrotantes a fin de prevenir fuertes vibraciones.