Es un dispositivo por medio del cual se disminuye el esfuerzo que debe efectuar el conductor para mover el volante. En la actualidad se tienen tres sistemas para lograrlo: 1) El hidráulico, consistente en una bomba movida por una polea conectada al motor; 2) El electrohidráulico, donde un motor eléctrico reemplaza a la bomba movida por polea y se utiliza líquido para transmitir la presión hacia la dirección; a diferencia de la bomba movida por polea, el motor no está girando continuamente; y 3) El eléctrico, con un motor que se encuentra directamente conectado al mecanismo de dirección; la asistencia del motor eléctrico puede cambiar, según una programación.